“Quiero felicitarte. Has hecho un trabajo realmente espectacular”, ha declarado este sábado el mandatario estadounidense en alusión a Muhamad Bin Salman Al Saud, a quien le ha calificado como su “amigo”.
Durante una reunión mantenida con Bin Salman al margen de la 14.ª cumbre del Grupo de los 20 en Osaka (Japón), Trump ha destacado que Arabia Saudí es un “buen comprador de productos estadounidenses”, sobre todo, de equipos militares.
La venta de armas a Riad, que lidera desde marzo de 2015 una campaña de agresión contra Yemen, ha incitado duras críticas tanto a nivel nacional como internacional de parte de quienes se preocupan por el hecho de que esos acuerdos armamentísticos agraven la guerra en el país más pobre del mundo árabe, la cual hasta el momento ha causado la muerte de más de 60 000 personas, según Datos sobre Localización y Acontecimientos de Conflictos Armados (Acled, por sus siglas en inglés).
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Quiero felicitarte. Has hecho un trabajo realmente espectacular “, dice el presidente estadounidense, Donald Trump, en alusión al príncipe heredero saudí, Muhamad Bin Salman, a quien le califica como su “amigo”.
Previo a su encuentro, el inquilino de la Casa Blanca ha esquivado a responder a las preguntas sobre si planeaba hablar con Bin Salman acerca del brutal asesinato el 2 de octubre de 2018 del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en la ciudad turca de Estambul.
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Por su parte, la Casa Blanca ha difundido un comunicado en el que afirma que el magnate republicano y el príncipe de la corona de los Al Saud han abordado “la importancia de los asuntos de derechos humanos”; pero, no se ha mencionado el caso del columnista del rotativo estadounidense The Washington Post.
El pasado 19 de junio, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció que hay pruebas suficientes para investigar la responsabilidad de las autoridades saudíes, incluido Bin Salman, en el asesinato de Khashoggi.
Sin embargo, Trump antepone la venta de armas al reino saudí al pedido de la ONU para investigar la responsabilidad de Riad en el asesinato de Khashoggi, remarcando que él “no es un tonto” para dejar escapar una oportunidad de negocios de tal importancia con su aliado saudí que aporta suculentos beneficios para EE.UU.
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