La oposición ha denunciado opacidad y la Generalitat ha defendido el referéndum en una jornada marcada por la sombra de corrupción del partido del presidente de Generalitat, Carles Puigdemont.
El Parlament ha empezado a tramitar la reforma de su reglamento para permitir aprobar en lectura única la ley de desconexión del Estado, en caso de ganar el referéndum. La oposición ha denunciado la falta de transparencia y de legalidad de la medida y el presidente de la Generalitat la ha defendido.
El enfado de la oposición ha crecido por las acusaciones vertidas a la misma hora contra el partido del presidente, en el juicio de uno de los mayores escándalos de corrupción de Cataluña. En el conocido como caso Palau, los principales imputados, Fèlix Millet y Jordi Montull han admitido el cobro ilícito de comisiones de la formación de Puigdemont y exlíder Artur Mas.
La Candidatura de Unidad Popular (CUP), socio independentista del Gobierno, también ha enfatizado su voluntad de apartar estas prácticas de la nueva República.
Todo esto ha sucedido el mismo día que se ha aprobado en el Parlament la creación de una comisión de investigación sobre la llamada operación Cataluña, la presunta estrategia oscura del Estado para frenar el independentismo, basándose en supuestas pruebas falsas para implicar a políticos soberanistas en corruptelas u otros delitos, que a diferencia del caso Palau, en éste, podrían ser inexistentes.
Oriol Puig, Barcelona.
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