Ante los indicios de corrupción y los numerosos imputados del partido, tanto en Madrid como en Valencia o en Galicia, (la estrategia del PP) ha sido siempre la de una defensa legal ‘numantina’”, resume Garzón en su nuevo libro El Fango
“Ante los indicios de corrupción y los numerosos imputados del partido, tanto en Madrid como en Valencia o en Galicia, (la estrategia del PP) ha sido siempre la de una defensa legal ‘numantina’”, resume Garzón en su nuevo libro El Fango sobre cómo el partido conservador español elude asumir toda responsabilidad por los constantes casos de corrupción que se le denuncian.
Esa estrategia, explica el exjuez español, consiste en personar al partido en los juicios como supuesto ‘perjudicado’ por la corrupción de sus miembros para disponer de toda la información sobre el proceso y sabotearlo desde dentro, tratando de recusar al juez instructor y de trasladar la causa a tribunales que le son afectos.

Garzón describe estas estrategias pero evita mencionar por su nombre a los responsables del PP, salvo a la expresidenta regional de Madrid, Esperanza Aguirre, a quien describe como “permanente incógnita en todas las tramas y a quien cita la Fiscalía, pues dirigía el Gobierno que más contratos adjudicó a la trama corrupta”.
Por las vías mencionadas, el PP practica lo que Garzón califica como auténtico “asedio” de los jueces que ocasionan problemas al partido. En su caso, describe cómo llegaron a abrirle tres procesos simultáneos hasta apartarlo de la judicatura en 2012 por su instrucción de la trama Gürtel de financiación ilegal del partido hoy en el Gobierno en Madrid.

El exjuez señala cómo, tras ser apartado, el caso Gürtel recayó en el juez Pablo Ruz, que inicialmente “era el preferido por el PP”, pero todo cambió cuando Ruz ratificó escuchas telefónicas similares a las que motivaron la expulsión de Garzón e involucró al PP como partícipe en la trama de corrupción, ordenando el registro de la sede central del partido.
Entonces, la Administración de Mariano Rajoy convocó un “macroconcurso” de traslados de jueces para impedir que Ruz tuviera tiempo de conducir hasta el final el juicio. Ruz deberá abandonar la Audiencia Nacional en las próximas semanas.
Además de esa trama, el exjuez analiza casos relacionados con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como el del hermano del exvicepresidente socialista Alfonso Guerra, el de los Grupos Antiterroristas de Liberación — banda de terrorismo estatal de los años 1980—, del exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán.
También expone sus ideas sobre la trama de corrupción de la familia reinante española a través de la empresa Nóos, los numerosos delitos de corrupción cometidos por el gobierno regional del PP en las Islas Baleares bajo la presidencia de Jaume Matas (2003-2007) o el continuado fraude fiscal del líder nacionalista catalán Jordi Pujol (1980-2014).
Tras ser expulsado de la judicatura española, Garzón ha sido asesor del Tribunal Penal Internacional de La Haya y ha dirigido la defensa del fundador del portal WikiLeaks, el australiano Julian Assange. Actualmente reside en Argentina, donde desarrolla actividades, además de en Ecuador, Uruguay y otros países hispanoamericanos.
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