“La AIEA ha sido tomada como rehén por los sionistas”, denunció el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Mohamad Eslami, en un programa transmitido en vivo el jueves por la noche por la televisión nacional.
El miércoles, la Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) adoptó una resolución, presentada por Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Alemania, la cual expresa su “preocupación” por un reciente informe del ente nuclear de las Naciones Unidas que acusa a Irán de no proporcionar explicaciones “técnicamente creíbles sobre el origen de unas trazas fisibles halladas” en tres sitios nucleares “no declarados” en el país persa.
Teherán, que asegura no tener actividades nucleares ocultas o no documentadas, ni emplazamientos no declarados condenó esa resolución “política” y aseguró que el informe la AIEA fue elaborado con “informaciones falsas” de Israel para mantener la presión máxima sobre la República Islámica.
En este contexto, Eslami lamentó que “una institución internacional haya sido explotada por un régimen ilegítimo” como es Israel y avisó que la falta de dependencia de la AIEA cuestiona su estatus y su credibilidad.
Denunció que Occidente ha recurrido en los últimos 20 años a cualquier herramienta de presión, incluidas la guerra psicológica, las sanciones y las resoluciones críticas, para detener el acelerado avance de Irán en nuevas tecnologías, siendo estas un “componente de poder”.
Eslami defendió la decisión del país para desconectar varias cámaras de vigilancia de la AIEA instaladas en los sitios nucleares del país. Detalló que las cámaras eran un gesto de “buena voluntad” de Teherán en su colaboración con el organismo nuclear de la ONU y que optó por la reciprocidad ante “las acusaciones sin fundamento” formuladas por la AIEA en su contra.
Dijo que el país instaló centrifugadoras avanzadas en la planta nuclear de Natanz (centro) y planea desmantelar entre 17 y 18 cámaras de vigilancia de la AIEA que operan fuera del Acuerdo de Salvaguardias en respuesta a la adopción de la resolución antiraní.
Aseguró, además que el país continuará con sus actividades de investigación y desarrollo nuclear y espera que la AIEA cumpla con su deber de ayudarle a desarrollar su programa nuclear con fines pacíficos.
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