“Hoy se tomó la decisión de detener parte de la cooperación [de Irán con la AIEA] que iba más allá de nuestros compromisos en virtud del Acuerdo de Salvaguardias y se llevaba a cabo con base en la buena voluntad”, ha dicho este miércoles el portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Behruz Kamalvandi.
De acuerdo con el vocero del órgano nuclear de Irán, la desconexión de dos cámaras de vigilancia de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en una instalación nuclear iraní —anunciada hoy—, forma parte de las iniciativas de Teherán y asegura que habrá medidas adicionales.
No obstante, Kamalvandi ha detallado que “el 80% de las cámaras existentes pertenecientes a la AIEA están operando en aplicación del Acuerdo de Salvaguardias, al que seguimos comprometidos, y seguirán funcionando igual que antes”, mientras que el resto, al que Teherán pretende apagar, funcionaba como un “gesto de buena voluntad” y no por obligación, como lo creía la agencia.
“Desafortunadamente, el comportamiento y las acciones de la AIEA no fueron una respuesta adecuada a la amplia cooperación llevada a cabo por Irán” con el organismo de control atómico de las Naciones Unidas, ha censurado, expresando su esperanza de que la agencia cambie de comportamiento y responda de manera proporcional a la cooperación iraní.
Los comentarios de Kamalvandi se producen antes de que la Junta de Gobernadores de la AIEA aprobara una resolución crítica con Irán, redactada a base de un informe del director general del organismo nuclear de la ONU, Rafael Grossi, que acusa a Teherán de no haber proporcionado las respuestas “técnicamente creíbles” a las cuestiones de la organización sobre el hallazgo de “material nuclear en tres sitios en el país”.
Irán, a su vez, ha condenado, en los términos más enérgicos, la resolución, y prometido dar una respuesta proporcionada a esa acción “sesgada y políticamente motivada”.
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