La campaña, denominada “No pagamos impuestos para el genocidio”, ha arrancado este jueves con el objetivo de instar a los ciudadanos y empresas a dejar de pagar impuestos al Gobierno británico en protesta contra la ayuda que le provee a Israel en su genocida guerra contra los palestinos en la Franja de Gaza y la Cisjordania ocupada.
Los organizadores de la campaña argumentan que, según los derechos nacional e internacional, los británicos corren el riesgo de ser cómplices en el genocidio que perpetra Israel en Gaza y los territorios palestinos ocupados, con el dinero de sus impuestos y, por lo tanto, tienen el derecho legal de no pagarlos, mientras el Gobierno de Rishi Sunak ofrezca respaldo al ente sionista.
De acuerdo al cofundador y portavoz de la campaña, Ashish Prashar, existen una serie de obligaciones legales, incluida la Carta de las Naciones Unidas de 1945, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y la Ley contra el Terrorismo de 2000, que proporcionan una base legal para la “resistencia fiscal”.
“En este momento, estás cometiendo un delito como individuo cuando pagas tus impuestos. Estás ayudando e instigando al genocidio”, añadió.
Israel inició la actual escalada de violencia y destrucción en Gaza el 7 de octubre de 2023, luego de que el Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) llevara a cabo la operación Tormenta de Al-Aqsa contra la entidad usurpadora en represalia por sus intensificadas atrocidades contra el pueblo palestino.
Desde entonces, el ejército de ocupación ha matado a más de 31 340 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y ha herido a otros 73 130, según el último balance ofrecido este jueves por la oficina de prensa del Gobierno palestino en Gaza. Es más, Israel ha impuesto también un asedio completo al enclave palestino, cortando la llegada del combustible, la electricidad, los alimentos y el agua potable a los más de dos millones de palestinos que viven ahí.
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