La IHRC criticó el sábado, en un comunicado, las recientes declaraciones del premier británico, David Cameron, quien acusó a la comunidad musulmana de su país de apoyar secretamente al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe). La entidad subrayó que esa banda takfirí es el resultado de las políticas colonialistas e injerencistas del Occidente en la región de Oriente Medio.
En un foro sobre seguridad organizado en la capital eslovaca, Bratislava, Cameron responsabilizó el viernes del terrorismo takfirí al conjunto de musulmanes y a distintas posturas críticas respecto al Occidente y a sus ideologías dominantes.
Por su parte, el director de la IHRC, Masud Shayareh, repudió las declaraciones de Cameron y señaló que el premier británico debería ahondar en las razones de la creación del EIIL y la corriente que lo apoyó, en vez de acusar a los musulmanes de su país.
Shayareh se refirió al juicio contra un ciudadano sueco, Bherlin Gildo, acusado ante la Corte Penal del Reino Unido por actividades terroristas en Siria (y fue absuelto por un tribunal británico), y expresó que ese caso muestra el papel de los servicios de Inteligencia británicos en enviar a ciudadanos musulmanes a participar en los conflictos en Siria.

Las declaraciones, formuladas desde un Gobierno criticado por promover la islamofobia, han suscitado rápidamente la reacción de numerosos musulmanes británicos, irritados por que se los meta en el mismo saco con criminales violentos.
Entre otros activistas musulmanes, el antiguo prisionero en Guantánamo Moazzam Begg ha recordado que, a diferencia de Cameron, otros responsables británicos sí reconocieron el viernes la influencia de la política belicista de Londres en la radicalización de numerosos jóvenes.
El pasado mes de marzo, el presidente estadounidense, Barack Obama, confesó que la decisión del expresidente de EE.UU. George W. Bush de invadir Irak en 2003 supuso el origen del grupo terrorista EIIL en la región.
El grupo takfirí EIIL, con miles de integrantes europeos y estadounidenses en sus filas, controla algunas zonas del norte de Siria, desde donde pudo, en el mes de junio, infiltrarse en el territorio iraquí, apoderándose de algunos sectores del país árabe y está cometiendo diversos crímenes de lesa humanidad, entre ellos ejecuciones sumarias, secuestros masivos y violaciones y torturas contra mujeres.
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