La primera ministra británica, Theresa May, convocó en abril elecciones anticipadas con el ansia de reforzar su liderazgo para negociar el 19 de junio el Brexit o salida de su país de la Unión Europea (UE), una idea bien recibida por los europeos.
Sin embargo, los resultados no salieron tal y como se predecía y los conservadores ganaron los comicios sin ganar la mayoría absoluta, logrando incluso doce escaños menos de los que tenían antes de las elecciones de la Cámara de los Comunes. Ahora, la UE expresa su inquietud por que la debilidad del nuevo Gobierno británico afecte a su salida efectiva del bloque, prevista para el primer trimestre de 2019.
“No sabemos cuándo comenzarán las negociaciones del Brexit. Sabemos cuándo deben terminar. Hagan lo posible para evitar una falta de acuerdo como resultado de una falta de negociación”, ha tuiteado este viernes el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Por su parte, el comisario europeo del Presupuesto, Günther Oettinger, ha destacado que la UE necesita en Londres un Gobierno capaz de negociar el proceso de salida: “los británicos deben negociar la salida, pero con un socio de negociación débil existe el peligro de que las negociaciones sean malas para ambas partes”, ha dicho.
En Praga, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha deseado que no haya un “nuevo retraso” en la conclusión de las negociaciones. En cuanto al primer ministro francés, Edouard Philippe, ha pronosticado unas negociaciones “largas y complejas” con el nuevo Gobierno.
Los británicos deben negociar la salida, pero con un socio de negociación débil existe el peligro de que las negociaciones sean malas para ambas partes”, dice el comisario europeo del Presupuesto, Günther Oettinger.
Quien ha abordado la situación con mayor claridad ha sido el ex primer ministro finlandés y exeurodiputado Alexander Stubb, que ha estimado que “parece que quizás necesitemos un tiempo muerto en las negociaciones. Es hora de que todo el mundo se reagrupe”.
"Es desde luego una derrota para todo el partido conservador" y "una mala señal también para Europa", ha lamentado a su vez el vice primer ministro polaco, Jaroslaw Gowin.
Entre las incontables reacciones al anuncio de los resultados finales se ven muchas opiniones sobre la derrota de propia May y el rápido llamado a que esta dimita de su rival, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, y de algunas figuras del Partido Conservador.
En Alemania, el vicecanciller y ministro de Asuntos Exteriores Sigmar Gabriel ha opinado que los resultados electorales suponen un castigo de los británicos a la primera ministra Theresa May y a su posición a favor de un Brexit “duro”.
May “ha perdido su apuesta y está por tanto en una situación menos simple”, ha destacado el comisario europeo Pierre Moscovici, mientras el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, ha considerado que “el verdadero vencedor es Jeremy Corbyn”.
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