Trump aseguró a sus simpatizantes que en un par de años notarían la diferencia, defendiendo su política económica, que, según él, funciona pese a la oposición demócrata. Sin embargo, muchos consideran que el problema no reside en el partido de oposición, sino en el descontento popular.
Actualmente, Trump registra los niveles más bajos de aceptación de cualquier presidente en la historia reciente, en gran parte por la situación económica del país. Una de sus promesas de campaña fue controlar la inflación, que insiste fue culpa de la administración de Biden, aunque esa estrategia de culpar a otros ya no le está dando los resultados esperados.
Comerciantes y consumidores se sienten cada vez más afectados por un crecimiento económico lento, marcado por la incertidumbre y la inflación. Según una encuesta de la consultora Gallup:
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El 68% de los encuestados considera que la economía está empeorando.
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Solo el 27% cree que va por buen camino.
En noviembre, el nivel de confianza de la población se situó en -30, la cifra más baja desde julio de 2024. Trump insiste en que los números negativos de la economía son una “estafa demócrata”.
En el terreno económico, anunció un paquete de ayuda de 12 mil millones de dólares para un sector fuertemente golpeado por su política arancelaria y migratoria. Desde su llegada a la presidencia, los precios de la carne, frutas y verduras han seguido en aumento.
Expertos señalan que el discurso de hoy evidencia que el presidente reconoce la necesidad de prestar más atención a las preocupaciones de los votantes sobre la economía, especialmente con las elecciones de medio término a menos de un año.
Fernando Mejia, Los Ángeles.
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