Los manifestantes piden justicia por la víctima, y solicitan que se pongan fin a la brutalidad policial en los Estados Unidos. No los detuvo ni el mal tiempo. La indignación era tan profunda, que a pesar de la lluvia, decidieron salir a las calles para gritar que ya basta. Los ciudadanos afrodescendientes denuncian que han aguantado suficientemente. Y quieren que la muerte a manos de policía de Tyre Nichols sea el último caso de la brutalidad policial contra gente del color.
El joven de 29 años fue detenido el pasado 7 de enero en Memphis, en el estado de Tennessee, por conducir de forma imprudente. Aunque Tyre no mostraba resistencia, la policía lo empezó a golpear varias veces, incluso, en la cara. Y el hombre, desesperado, gritaba llamando a su madre.
Nichols murió tres días después, en el hospital debido a las heridas. Su familia acusó a la Policía de golpearlo tan fuerte que sufrió un ataque al corazón e insuficiencia renal. Todos los agentes han sido despedidos y enfrentan cargo de asesinato. Y todos son negros.
Let’s run it back. pic.twitter.com/NnRNN18Wvq
— Dylan Park-Pettiford (@dyllyp) January 28, 2023
La condena de quienes vieron las imágenes de la cámara corporal ha sido universal. La comunidad pide respuestas ante un caso que es otro doloroso recordatorio del profundo miedo, el dolor y el agotamiento que los estadounidenses negros experimentan todos los días.
Legisladores estatales demócratas que representan el área de Memphis planean presentar proyectos de ley de reforma policial. Sin embargo, se trata de un problema nacional, y profundo, que requiere de más de una legislación estatal.
mrg/rba