De acuerdo con un artículo publicado el miércoles en el portal estadounidense Bloomberg, citando a fuentes cercanas, el Gobierno de Estados Unidos, presidido por Joe Biden, sopesa tres opciones, que podrían contener una prohibición total, aumentar los aranceles a niveles tan punitivos que impongan una prohibición efectiva, o sancionar a la empresa rusa del aluminio Rusal.
Hasta el momento, EE.UU. había evitado imponer sanciones al aluminio ruso porque teme que tal medida pudiera perturbar los suministros mundiales del metal de amplio uso industrial, la fabricación de autos, móviles y la construcción de rascacielos, entre ellos.
El gigante euroasiático, después de China, es el segundo productor de aluminio en todo el mundo. Según los datos de Bloomberg, 10 % del total de las importaciones de aluminio de EE.UU. viene de Rusia.
Al respecto, expertos en el asunto han advertido de que sancionar el aluminio ruso obligaría a los consumidores en Estados Unidos y otros países a buscar sustituciones, lo cual podría desestabilizar los mercados de metales.
Unas horas después de que Bloomberg publicara la noticia, los precios del aluminio se dispararon más del 7 % en la Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés). Asimismo, el precio de las acciones de la empresa estadounidense Alcoa Corp. saltó el 8,6 % y el de Century Aluminum Co. subió aún más, lo cual hizo suspender las ventas.
Desde el estallido del conflicto ruso-ucraniano, EE.UU. y sus aliados occidentales han aprobado varios paquetes de sanciones contra Rusia, con la intención de aislar a Moscú y debilitarlo.
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