Activistas y ciudadanos conmemoran el día de Al-Quds frente al Capitolio de Washington. Ante la atenta mirada de la Policía, las familias se congregan para demandar el fin de la asistencia financiera y militar al régimen de Tel Aviv.
A pesar de ser una demostración pasiva frente a las puertas del poder, un poder que mantiene lazos incómodos con el sionismo de turno, se mantiene una marcha de estudiantes y de jóvenes que demandan la libertad y la justicia para el pueblo palestino.
Ni siquiera la prensa se salva de poder reportar libremente. Interesantemente, se habla de un régimen racista y colonial en contra del pueblo palestino.
Algo que gran parte de la opinión pública prefiere ignorar dados los lazos del poder sionista en los distintos gobiernos del así llamado “Occidente”.
Marcelo Sánchez, Washington
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