En una entrevista concedida este jueves a la cadena HispanTV, el analista de temas internacionales Lajos Szaszdi ha indicado motivos que, a su juicio, llevaron a la Administración estadounidense, presidida entonces por Donald Trump, a querer minimizar los daños causados por una serie de ataques con misiles de Irán contra la base aérea Ain Al-Asad, ubicada en la provincia occidental iraquí de Al-Anbar, en la madrugada del 8 de enero de 2020.
En un atentado con drones de las fuerzas estadounidenses desplegadas en Irak, por orden directa del entonces presidente Donald Trump, fue asesinado el 3 de enero de 2020 el teniente general Qasem Solemani, comandante de la Fuerza Quds, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, junto al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y sus compañeros.
Irán, cumpliendo su juramento de vengar el asesinato de su general, lanzó cinco días después una andanada de ataques certeros con misiles contra la base aérea Ain Al-Asad. Estados Unidos negó en un principio la existencia de víctimas entre sus soldados desplegados en la referida base militar; no obstante, Washington tuvo que confirmar el 16 de enero de 2020 que 11 de sus efectivos habían sufrido lesiones cerebrales traumáticas, si bien no detalló sobre las lesiones. Empero, la cifra se elevó gradualmente a 34 y 50, 64 y hasta llegar a 110 afectados.
“Trump quiso minimizar el número de heridos estadounidenses porque en EE.UU. había gente que hubiera pedido venganza contra Irán por exigir a las fuerzas norteamericanas lanzar un ataque aéreo sobre Irán”, ha dicho Szaszdi.
Ante este clamor, ha proseguido el entrevistado, el entonces líder republicano hubiera tenido que actuar lanzando un ataque contra la República Islámica, justo lo que trataba de evitar por las imprevisibles consecuencias que acarrearía para sus tropas desplegadas en Irak, sabido el poderío militar de las fuerzas del país persa, ha señalado.
El experto ha puntualizado que Trump era consciente de que no hubiera podido justificar ante la opinión pública de EE.UU. cómo era posible que los potentes y costosos sistemas de defensa antiaérea estadounidenses desplegados en sus bases militares —desde la invasión norteamericana de Irak en 2003— no fueron capaces de repeler los ataques con misiles de que la República Islámica.
Es por ello, ha agregado, el entonces inquilino de la Casa Blanca recurrió a minimizar las bajas militares registradas por el impacto de los diez misiles balísticos iraníes en la referida base estadounidense, ya que, según el experto, sería muy embarazoso para la Administración norteamericana admitir que sus tropas, aun estando en los bunquers antibombas para salvar sus vidas, habrían sido afectado indirectamente por las ondas expansivas de los artefactos explotados en su entorno.
Tras reiterar que Washington procedió de esta forma “para minimizar ese daño a las tropas, en vista del fracaso de la defensa de antimisiles”, el analista ha asegurado que los estadounidenses también se habían dado cuenta de su alto grado de vulnerabilidad ante el poderío militar de las fuerzas iraníes a la hora de responder, sin titubeos, a toda agresión aérea.
Fuente: HispanTV Noticias
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