Trump afirmó que “tiene dudas” sobre la decisión que tomó de reconocer a Guaidó como “presidente interino” de Venezuela, según la entrevista exclusiva que concedió el presidente de EE.UU. el viernes al portal digital de noticias estadounidense Axios y que se publicó el domingo.
El mandatario estadounidense aduce que “no tiene mucha confianza en Guaidó”, porque el autoproclamado “presidente interino” venezolano “no logró” arrebatarle el poder de Maduro, elegido en las urnas, “pese al apoyo” que recibió de EE.UU., entre otros países regionales.
Ante tal coyuntura, Trump hizo hincapié en que “está abierto” a reunirse con su homólogo chavista, aun cuando hasta ahora respondido con sanciones a las propuestas de diálogo hechas por parte de su par bolivariano.
“Tal vez pensaría en eso […] A Maduro le gustaría reunirse. Y nunca me opongo a las reuniones”, recalcó el presidente republicano desde el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Las declaraciones de Trump insinúan que el presidente ha aceptado de forma implícita el fracaso de su política de “máxima presión” destinada a forzar la salida del poder del Gobierno de Maduro, muy ligado a la Revolución Bolivariana y su doctrina antimperialista.
Pese a los esfuerzos de EE.UU. para derrocar al Gobierno chavista —incursiones, sanciones, conatos de golpe de Estado—, el presidente electo de Venezuela sigue en el poder gracias al apoyo de la mayoría de los venezolanos y de países como Irán, Rusia y Cuba, que también sufren las sanciones brutales y unilaterales de Washington. Todo ello podría implicar que la era dorada del imperio estadounidense está llegando a su fin.
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