• El presidente de EE.UU., Donald Trump (izq.), y su secretario de Estado, Mike Pompeo, en la Casa Blanca, 21 de octubre de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: martes, 31 de diciembre de 2019 16:50
Actualizada: miércoles, 1 de enero de 2020 0:54

La masiva protesta de los iraquíes ante la embajada de EE.UU. en Bagdad enfurece a las autoridades estadounidenses, desde Donald Trump hasta Mike Pompeo.

En un mensaje publicado en Twitter, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha instado este martes al Gobierno iraquí a que “use a sus fuerzas para proteger la embajada” estadounidense de los manifestantes iraquíes que exigen el cierre de este centro tras el bombardeo lanzado por Washington contra varias posiciones de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), que forman parte de las Fuerzas Armadas iraquíes.

El mandatario estadounidense ha defendido la agresión alegando que se produjo en respuesta a la muerte de un contratista estadounidense en un ataque con cohetes, no reivindicado, pero atribuido sin prueba alguna por Washington al Movimiento de Resistencia Islámica de Irak, conocido como Kataeb Hezbolá, integrante de las Al-Hashad Al-Shabi.

En este sentido, Trump ha repetido las acusaciones —“infundadas”, según Irán— de que Teherán está detrás del mencionado ataque a una base militar, del cual culpa al grupo iraquí, que, en su opinión, es respaldado por el país persa.

Además, el presidente norteamericano ha acusado a Irán de “orquestar” la protesta frente a la embajada de EE.UU. Es más, en un intento por empañar las relaciones entre Irak e Irán, Trump se ha dirigido al pueblo iraquí: “Para esos millones de personas en Irak que quieren libertad y no quieren ser dominadas ni controladas por Irán, ¡este es el momento!”, ha indicado en otro tuit.

Por otro lado, en una llamada telefónica realizada al primer ministro iraquí en funciones, Adel Abdul-Mahdi, y al presidente del país árabe, Barham Salih, el secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, ha advertido al Gobierno y a los manifestantes iraquíes que Washington “protegerá y defenderá a sus ciudadanos que están allá”, ha informado el Departamento de Estado de EE.UU. en un comunicado.

Este martes, EE.UU. se ha visto obligado a ordenar la evacuación de su embajada en la capital iraquí, Bagdad, mientras miles de personas se manifestaban frente a la misión diplomática para condenar la reciente violación perpetrada por Washington contra la soberanía del país árabe.

Durante la protesta, algunos indignados han logrado entrar por la fuerza al complejo de la misión norteamericana tras destrozar la puerta principal y prender fuego a un área de recepción, mientras que otras personas han izado la bandera de las fuerzas populares iraquíes a la entrada del recinto.

Los manifestantes también han coreado consignas contra EE.UU. y su presidente, y exigido al Gobierno iraquí que expulse a las tropas norteamericanas del país.

Las autoridades iraníes ha considerado, a su vez, “un claro ejemplo de terrorismo” el ataque aéreo de EE.UU. contra las fuerzas populares iraquíes y han desmentido firmemente cualquier papel en los ataques contra las tropas estadounidenses.

Conforme al portavoz del Gobierno iraní, Ali Rabiei, EE.UU., con este “reclamo infundado”, busca “justificar el bombardeo y el asesinato de personas en violación de las normas internacionales”. El ataque contra las fuerzas populares iraquíes se saldó con al menos 31 muertos y decenas de heridos.

Las fuerzas populares de Irak, que han desempeñado un rol clave en la lucha contra el terrorismo y la derrota de la banda ultraviolenta EIIL (Daesh, en árabe), creada por varios países occidentales, en particular EE.UU., son blanco de la postura hostil del Gobierno estadounidense que, de vez en cuando, bombardea sus posiciones y les ha impuesto, además, brutales sanciones, lo que en sí constituye una prueba de los intentos de Washington por reforzar a los terroristas.

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