• El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla a los medios en la Casa Blanca en Washington D.C., 12 de septiembre de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: viernes, 13 de septiembre de 2019 4:49

A pesar de las pruebas, el presidente estadounidense, Donald Trump, no quiere creer que su gran aliado, Israel, estuviera espiando a la Casa Blanca.

“No me lo creo. No, no creo que los israelíes nos estén espiando. Me sería muy difícil creerlo”, expresó ayer jueves el inquilino de la Casa Blanca.

El mandatario republicano calificó sus relaciones con el régimen israelí de “genial”, refiriéndose a la decisión de trasladar la embajada de EE.UU. a Al-Quds (Jerusalén), y respaldó una vez más al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. “¡Cualquier cosa es posible! ¡Pero no me lo creo!”, reiteró Trump.

Además, en el marco de destacar las relaciones del país norteamericano con el régimen ocupador israelí, hizo referencia a la campaña de “máxima presión” de Washington contra Irán, en la que ha recibido siempre el firme apoyo de Netanyahu.

El presidente norteamericano de esta manera manifestó su discordia con un artículo publicado la misma jornada del jueves por el diario local Politico, que acusa a Israel de colocar “misteriosos” dispositivos de espionaje en teléfonos celulares llamados “StingRays” que se encontraron cerca de la Casa Blanca y otros lugares sensibles alrededor de Washington.

No me lo creo. No, no creo que los israelíes nos estén espiando. Me sería muy difícil creerlo”, expresó el presidente de EE.UU., Donald Trump, en alusión a las pruebas que muestran que Israel ha espiado a la Casa Blanca.

 

El Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés), y otros organismos que trabajan en este caso, consideran que agentes israelíes habían colocado los artefactos, según los exfuncionarios, varios de los cuales ocuparon altos cargos de inteligencia y seguridad nacional.

A pesar de las pruebas en contra de Israel, la oficina de Netanyahu declaró a su vez que el artículo de Politico es una “mentira descarada”.

Por otra parte, según los informes de junio del año 2018, la empresa de espionaje israelí Black Cube fue contratada por funcionarios de la Administración Trump para obtener información sobre personas involucradas en la configuración del acuerdo nuclear con Irán durante el Gobierno del expresidente Barack Obama.

El régimen israelí espía a la Casa Blanca y Trump, pese a que el mandatario republicano, desde su llegada al poder en 2017, ha hecho lo imposible para mostrar su lealtad a Israel: reconoció la ciudad palestina de Al-Quds como capital israelí y la soberanía israelí sobre el lado ocupado de los altos sirios del Golán, reactivó sanciones contra Irán e incluyó al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán en su lista de grupos terroristas, tal y como deseaba el primer ministro israelí.

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