• El presidente de EE.UU., Donald Trump, ofrece un discurso en la Casa Blanca, Washington, 1 de abril de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: martes, 2 de abril de 2019 16:54

El presidente de EE.UU., Donald Trump, opina que su presidencia es la mejor cosa jamás ocurrida a Puerto Rico, cuyas autoridades son “sumamente incompetentes”.

“La mejor cosa jamás ocurrida a Puerto Rico es el presidente Donald J. Trump”, dice el propio mandatario estadounidense en un mensaje dejado este martes en su cuenta en Twitter, en que, además, ha tachado de “sumamente incompetentes” a las autoridades puertorriqueñas, pues gastan el dinero que reciben de Washington “irreflexivamente” y “de forma corrupta”.

Trump señala que la isla boricua tiene “tanta gente magnífica” pero con “tan mal liderazgo”, que derrocha el dinero. “Solo roban de EE.UU. [...] No puedo continuar dañando a nuestros agricultores y estados con estos masivos pagos y tan poca gratitud”, añade.

“Todo lo que hacen los políticos locales es quejarse y pedir más dinero”, mientras la isla recibió “91 mil millones de dólares”; una cantidad de dinero jamás pagada antes “para un huracán”, se despacha con estas duras palabras el presidente Trump, pero como ya viene siendo habitual miente.

La mejor cosa jamás ocurrida a Puerto Rico es el presidente Donald J. Trump [...] Todo lo que hacen los políticos locales es quejarse y pedir más dinero”, dice el mandatario estadounidense, Donald Trump, en un mensaje dejado en su cuenta en Twitter.

 

Puerto Rico, no obstante, ha recibido 11 mil millones de los 41 mil millones de dólares que habían prometido las agencias federales para reparar las casas, negocios e infraestructura afectados o destruidos por el huracán María en septiembre de 2017, y no los 91 mil millones de los que habla Trump, según ha revelado el diario local The Washington Post.

La Administración del presidente republicano también mintió sobre la cifra de muertes del huracán. El balance, conforme con The New York Times, podría ser más de 1400, y no las 64 que dijo EE.UU.

Trump visitó la mencionada isla casi dos semanas después del incidente devastador, un corto viaje de cinco horas en el que no anunció ninguna medida de apoyo a los damnificados, y solo dejó un sentimiento de humillación y rechazo entre la población ante la inacción tanto del Gobierno estatal como del federal.

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