Mientras los tres países están comprometidos con la séptima ronda de negociaciones del TLCAN en la Ciudad de México, la capital, llega el anuncio de Donald Trump de que impondrá un arancel masivo del 25 % a las importaciones de acero y un 10 % a las de aluminio.
La medida, dirigida contra China, puede afectar duramente a Canadá, pues se encuentran entre los principales exportadores con acceso al mercado estadounidense.
El Gobierno canadiense está bajo la presión del sector privado para abandonar la negociación del TLCAN, vigente desde 1994 entre Canadá, Estados Unidos y México. Por otra parte, México busca una exención de la nueva medida estadounidense.
Trump dijo que firmaría el documento la próxima semana. Aun tiene la opción de eximir a ciertos países, como Canadá y México, y así salvar las negociaciones.
Un final absoluto del TLCAN podría ser potencialmente catastrófico para Canadá y México; y una guerra comercial directa con otras naciones, tomando represalias contra el proteccionismo estadounidense, sería catastrófico para todos los interesados.
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