Ciento dieciocho kilómetros que culminaron con una acto de protesta en contra de los grupos de ultra nacionalistas y de supremacía blanca que se han fortalecido con la llegada de presidente Donald Trump a la Casa Blanca.
Cientos de personas se unieron, en el último tramo rumbo a Washington, a los marchistas que salieron de la ciudad de Charlottesville el pasado 28 de agosto y recorrieron 118 km para enviar un mensaje.
La movilización se produce en respuesta a los actos de violencia promovidos por grupos fascistas y de supremacía blanca en la ciudad de Charlottesville y que dejaran el saldo de una persona muerta.
Los marchistas fueron recibidos por activistas, quienes resaltaron su esfuerzo orientado a acabar con el racismo, que según expresan, se ha incrementado desde la aparición de Trump en el espectro político.
Tras varios minutos retomaron la marcha, esta vez rumbo a la Casa Blanca entonando cánticos en contra de Trump. La multitud solo pasó por el domicilio del presidente a manera de ignorarlo, para trasladarse a un parque cercano.
La lucha de los marchistas no termina con su llegada a Washington. Han decidido establecer un campamento a solo dos cuadras de la Casa Blanca y permanecer en vigilia permanente todo el mes de septiembre.
Alfredo Miranda, Washington.
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