Inmigrantes y activistas protestaron frente a la Casa Blanca en contra de una posible ola de redadas y deportaciones que comenzarían a principios del mes de enero, la movilización comenzó con una protesta frente a las oficinas del partido demócrata.
La marcha dirigió sus pasos hasta las oficinas del Servicio de Migración y Aduanas (ICE) donde manifestaron su descontento con los planes de la administración.
La comunidad de inmigrantes reaccionó con pánico ante la información. La operación buscaría deportar a niños y adultos que habrían recibido una orden de abandonar el país por un juez de migración.
El activismo dice estar muy descontento con la posible medida y no hace otra cosa que enardecer los ánimos de la ya molesta comunidad latina por las constantes frustraciones. En un año electoral la media es considerada de orden político.
El activismo se mantendrá en estado de alerta y amenaza con ser el primer dolor de cabeza de la administración el año que se avecina, si el presidente no revisa la medida.
Este nuevo embate político, que sumado al incumplimiento de la promesa de lograr una reforma migratoria, y imposibilidad de implementar su orden ejecutiva que evitaría las deportaciones; demuestra que el tema migratorio ha sido el fracaso más grande de la administración Obama.
Alfredo Miranda desde Washington.
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