En un comunicado emitido este lunes, el jefe de Estado ecuatoriano, Daniel Noboa, defendió la decisión de irrumpir por la fuerza en la sede diplomática mexicana basada en la obligación de “cumplir con los dictámenes de la justicia” e impedir que se otorgue asilo político “a delincuentes sentenciados, involucrados en crímenes muy graves”, en alusión al exvicemandatario.
Glas se encontraba en la Embajada de México en Quito en calidad de asilado, tras denunciar que sufría persecución política a raíz de las acusaciones de corrupción durante sus cargos como vicepresidente bajo la administración de Rafael Correa (2013-2017) y del exmandatario Lenín Moreno hasta enero de 2018.
De acuerdo con Noboa, el otorgamiento de asilo a Jorge Glas violaría el artículo III del Acuerdo de Caracas (Convención sobre Asilo Diplomático de 1954), el artículo I de la Convención de Montevideo (sobre derechos y deberes de los Estados) y el artículo 41 de la Convención de Viena (sobre Relaciones Diplomáticas de 1961).
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— Daniel Noboa Azin (@DanielNoboaOk) April 8, 2024
Esto, pese a que la misma Convención de Viena, en su artículo 22 establece que los locales de las misiones diplomáticas “son inviolables” y que “los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión”.
“Los últimos días han requerido fuerza y decisión. Es una situación compleja y sin precedente que vive el país, he tomado decisiones excepcionales para proteger la seguridad nacional, el Estado de derecho y la dignidad de un pueblo que rechaza cualquier tipo de impunidad a criminales, delincuentes, corruptos o narcoterroristas”, subraya el comunicado.
Noboa cargó contra los sectores políticos ecuatorianos críticos del asalto a la sede diplomática, y aseguró además que Ecuador “es un país de paz y de justicia” que “respeta a todas las naciones y el derecho internacional”, a pesar de la irrupción en la embajada y, por tanto, de la violación de la soberanía mexicana.
“Al pueblo hermano de México quiero expresarle que siempre estaré dispuesto a resolver cualquier diferencia, pero que la justicia no se negocia, y que jamás protegeremos a criminales que les han hecho daño a los mexicanos”, manifestó el mandatario.
La acción del gobierno ecuatoriano ha recibido la condena generalizada de la comunidad internacional, y desencadenó una crisis diplomática que condujo a la ruptura de las relaciones bilaterales por parte de México, que anunció además la decisión de denunciar a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia.
Este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó el asalto de la embajada como “una violación flagrante” a la soberanía mexicana, al derecho de asilo y a las normas y leyes internacionales.
Aseveró además que se trató de “un acto autoritario” e “increíble” que ni siquiera el fallecido dictador chileno Augusto Pinochet se atrevió a hacer en sus tiempos.
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