“Acaban de lanzar un objeto explosivo a una de nuestras centrales de AP en Guayaquil”, tuiteó la secretaria de Gestión de la Política, Viviana Bonilla.
Acaban de lanzar un objeto explosivo a una de nuestras centrales de AP en Guayaquil”, escribe Bonilla.
La fuerte detonación, que se registró en el centro de la citada ciudad portuaria, dejó solamente daños materiales, sin que se reporten personas heridas.
Poco después del ataque, agentes de unidades especiales de la Policía llegaron a la escena, la cercaron y tomaron muestras del explosivo usado por los desconocidos.
Bonilla expresó además su repudio a esta agresión, subrayando que todo se puede alcanzar mediante diálogo mientras que nada se logra por la fuerza.
A su condena se sumaron otros asambleístas y directivos de esta formación política: como la legisladora de la provincia del Guayas, María Alejandra Vicuña; y la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira.
Asimismo, el gobernador de Guayaquil, Julio César Quiñónez, tras repudiar enérgicamente este suceso, informó que presentará una denuncia para que las autoridades judiciales identifiquen a los autores y cómplices.
Mientras tanto, la asambleísta por Alianza PAÍS, María Augusta Calle, consideró el hecho como un atentado terrorista perpetrado por parte de la derecha extrema, que niega a unirse al llamado al diálogo de la Revolución Ciudadana.

Sin embargo, no se trata de la primera vez que una sede de Alianza PAÍS fuera atacada por desconocidos; el más reciente fue el pasado mes de junio contra la sede de este partido en Quito, capital ecuatoriana. Fue condenado por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Capítulo Venezuela.
El pasado 21 de febrero, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, advirtió de que las derechas nacionales e internacionales urdían una conspiración contra su Gobierno y otras Administraciones izquierdistas de América Latina.
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