Hasan Rohani ha destacado este martes el fracaso de la política de ‘máxima presión’ de Estados Unidos contra Irán, y denuncia que la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, pretendía colapsar la economía iraní, librando una “guerra económica” contra la nación.
“EE.UU. esperaba ver paralizada la economía de Irán poco después de reanudar las sanciones al país persa. Sin embargo, hemos podido gestionar el país sin cualquier dependencia de ingresos petroleros, lo que constituye una gran victoria para la nación iraní que enfrenta una guerra económica”, ha subrayado.
Ha congratulado, además, el éxito de su Gobierno en gestionar el país en medio de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y ha asegurado que el Ejecutivo hará lo necesario para superar esta crisis.
EE.UU. mantiene una “presión máxima” sobre Irán desde que abandonó en mayo de 2018 un acuerdo internacional que había firmado con el país persa tres años antes sobre el programa nuclear iraní.
Desde entonces ha reanudado los embargos económicos que se habían levantado en virtud del pacto; de hecho, ha intentado reducir a cero las exportaciones de Irán, el petróleo en concreto, y frenar el programa defensivo del país persa.
Las autoridades iraníes rechazan las sanciones estadounidenses, a las que consideran un “terrorismo económico” por afectar al pueblo, pero aseguran que las presiones nunca podrán doblegar a la nación iraní.
Para minimizar los efectos de las sanciones, Irán ha logrado impulsar el crecimiento en su sector económico no petrolero y el presidente iraní confirma que actualmente se sustenta en un presupuesto que se ha emancipado en gran medida de los ingresos de la venta de crudo.
Los sectores como la manufactura y la agricultura han crecido constantemente durante los últimos dos años, permitiendo al Gobierno encontrar acceso a nuevas fuentes de divisas, principalmente a través de la exportación de varios productos a países vecinos.
ftm/lvs/mjs/msf