Las pérdidas del año pasado fueron de 34.836 millones de reales (USD 9600 millones al cambio actual), frente a 21.600 millones de reales (USD 7174 millones al cambio de la fecha) en 2014.
El cuarto trimestre concentró las mayores pérdidas del año: 36.938 millones de reales, 41 % más que en el mismo periodo de 2014 y un rotundo 883 % más que las registradas en el tercer trimestre.
Fue "un año extremadamente difícil para la industria de petróleo en general", según ha declarado el presidente de Petrobras, Aldemir Bendine.
Ello se debió a las degradaciones de activos y a la caída de inversiones, ha explicado la compañía en un comunicado al mercado.
Los gastos en concepto de intereses y la desvalorización del real empujaron igualmente el resultado en rojo.
El resultado anual reflejó la caída de los precios del petróleo y el incremento en las tasas de interés, debido "al aumento del riesgo Brasil por la pérdida del grado de inversión", agrega la nota.
Fue "un año extremadamente difícil para la industria de petróleo en general", según ha declarado en rueda de prensa el presidente de la empresa, Aldemir Bendine.
La deuda neta se ubicaba en 100.379 millones de dólares al 31 de diciembre, 5 % inferior al cierre del año pasado.
Petrobras fue blanco de un supuesto fraude, en el que grandes constructoras pagaron sobornos a ejecutivos y políticos a cambio de contratos en la empresa.
Cabe mencionar que desde que salió a la luz pública el caso de corrupción en Petrobras, en marzo de 2014, la oposición brasileña pretende involucrar a la actual presidenta del país, Dilma Rousseff, y a los miembros del PT en este caso para solicitar su destitución.
Sin embargo, Rousseff niega las acusaciones de su implicación en el caso y denuncia el uso abusivo de las filtraciones como arma política, pues, según la mandataria, se trata de informaciones “apócrifas, selectivas e ilegales”, y se debería investigar rigurosamente el origen de las infiltraciones, “ya que hieren la ley, justicia y verdad”.
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