“Algunas personas piensan que esta realidad se puede cambiar mediante la adopción de ciertas políticas, pero no sucederá”, dijo el domingo el máximo diplomático persa durante una reunión con el secretario general de la organización iraquí Badr, Hadi al-Ameri, en Bagdad, capital de Irak.
De acuerdo con Zarif, Irán, Irak, Siria y El Líbano sufren la presión estadounidense por resistir ante las políticas hostiles de Washington y su aliado israelí.
No obstante, el ministro de Exteriores de Irán opina que estos países pueden frustrar la presión estadounidense en su contra si se mantienen unidos.
Incluso otros países de la región, dijo Zarif, no pueden hacerse amigos de Israel, porque este régimen mostrará su naturaleza beligerante hacia ellos algún día.
Zarif aprovechó también la cita para repudiar una vez más el asesinato de los líderes de la Resistencia, el teniente general iraní Qasem Soleimani y el comandante iraquí Abu Mahdi al-Muhandis, en un ataque perpetrado por EE.UU. en suelo iraquí.
El 3 de enero, en un ataque terrorista llevado a cabo cerca del Aeropuerto Internacional de Bagdad (capital iraquí), EE.UU. asesinó al teniente general Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán; al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis; y a las personas que les acompañaban.
El jefe de la Diplomacia iraní citó un informe de la relatora especial de las Naciones Unidas sobre Asesinatos Selectivos y Ejecuciones Extrajudiciales, Agnes Callamard, sobre el asesinato del destacado comandante iraní, que considera el acto como arbitrario e “ilegal” que violó la Carta de las Naciones Unidas. Zarif dijo que Irán está decidido a llevar el caso ante tribunales internacionales.
Irak no debería servir de base para agredir a Irán
Por su parte, Hadi al-Ameri dijo que Irak no debe convertirse en una base para la agresión contra los países regionales, especialmente Irán, y agregó: “Hemos avisado claramente a los estadounidenses de este tema”.
Al-Ameri, quien funge también como líder de la coalición Al-Fath, una de las facciones políticas con mayor representación parlamentaria, sostuvo que ningún país puede socavar las relaciones amistosas entre Irak e Irán, al tiempo que elogió el papel clave del país persa, en particular el general Soleimani, en la victoria del país árabe en la lucha contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
En cuanto a la presencia militar extranjera en Irak, Al-Ameri sostuvo también que el Parlamento iraquí implementará seriamente una resolución que ya aprobó para expulsar del país a las fuerzas foráneas, especialmente las estadounidenses.
Estados Unidos tiene desplegados miles de soldados en diferentes bases militares que ha ocupado en Irak. Las autoridades iraquíes han aseverado en múltiples ocasiones que Washington usa sus centros militares para entrenar y refugiar a los elementos terroristas, para posteriormente utilizarlos en sus planes desestabilizadores tanto en Irak como en otros países de la región.
Las llamadas para la expulsión militar de EE.UU. de Irak aumentaron aún más en enero, tras el asesinato del general Soleimani, y Al-Muhandis.
Tras el acto criminal, el Parlamento de Irak aprobó una resolución pidiendo al Gobierno cancelar la solicitud de asistencia de EE.UU. y poner fin a la presencia de sus fuerzas invasoras.
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