“La presencia de los extranjeros en el Golfo Pérsico provoca inestabilidad. A ellos no les importan la seguridad de la región, sino que simplemente tratan de convencer a los países regionales de que necesitan armas. EE.UU. y el Reino Unido quieren insinuar que la región es insegura”, ha subrayado este domingo el comandante de la Marina del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el contralmirante Alireza Tangsiri.
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El comandante persa ha destacado que el Golfo Pérsico es un área vital, con el que Irán comparte largas fronteras, y garantiza la seguridad de la zona desde hace muchos años.
Tangsiri ha reiterado el mensaje de paz y la estabilidad de la República Islámica a todos los países litorales del Golfo Pérsico y ha asegurado que los propios Estados de la zona pueden garantizar la seguridad regional.
La presencia de los extranjeros en el Golfo Pérsico provoca inestabilidad. A ellos no les importa la seguridad de la región, sino que simplemente tratan de convencer a los países regionales de que necesitan armas. EE.UU. y el Reino Unido quieren insinuar que la región es insegura”, ha subrayado el comandante de la Marina del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el contralmirante Alireza Tangsiri.
Irán puede proporcionar seguridad en el Golfo Pérsico formando una coalición con los otros siete países ribereños de este cuerpo marítimo —Arabia Saudí, Irak, Baréin, Catar, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait y Omán—, ha apostillado.
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En cuanto a la presencia militar extranjera en la zona, el comandante de la Armada del CGRI ha dicho que el Golfo Pérsico es una vía fluvial casi “cerrado”, y que los portaviones y submarinos extranjeros que operan allí con combustible nuclear podrían causar serios problemas ambientales.
“[Si eso sucediera], Los países del sur de la región y nuestros vecinos musulmanes no tendrían agua potable debido a la contaminación”, ha alertado.
El aumento de la presencia militar estadounidense en el Golfo Pérsico y la decisión de este país de crear una fuerza naval en la zona ha elevado la tensión. Washington dice que su misión marítima tiene como objetivo hacer frente a lo que llama “la amenaza iraní” y garantizar, supuestamente, “la seguridad” de la navegación en la región.
Hasta el momento solo el régimen de Israel y el Reino Unido han acogido con satisfacción el llamado, que ha sido rechazado por los otros aliados de Washington.
Las autoridades iraníes por su parte consideran un plan fracasado los intentos de EE.UU. de poner en marcha la llamada coalición marítima en estas aguas estratégicas, y dejan en claro que son Irán y los otros países litorales los principales responsables de la seguridad del Golfo Pérsico.
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