“El Gobierno de EE.UU. sabe bien que la capacidad de defensa de Irán no está abierta al diálogo ni negocio. No habrá un segundo JCPOA (siglas en inglés del Plan Integral de Acción Conjunta o el acuerdo nuclear) para los temas de defensa”, ha precisado Mohamad Yavad Zarif en una rueda de prensa conjunta efectuada este domingo en Teherán, capital persa, con su par de Estonia, Marina Kaljurand.
El Gobierno de EE.UU. sabe bien que la capacidad de defensa de Irán no está abierta al diálogo ni negocio. No habrá un segundo JCPOA para los temas de defensa”, ha precisado el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif
“El Gobierno de EE.UU. sabe bien que la capacidad de defensa de Irán no está abierta al diálogo ni negocio. No habrá un segundo JCPOA (siglas en inglés del Plan Integral de Acción Conjunta o el acuerdo nuclear) para los temas de defensa”, ha precisado Mohamad Yavad Zarif en una rueda de prensa conjunta efectuada este domingo en Teherán, capital persa, con su par de Estonia, Marina Kaljurand.
Las declaraciones de Zarif vienen después de que Estados Unidos y algunos de sus aliados europeos hayan arremetido contra Irán por sus recientes ensayos de misiles balísticos. Han acusado a Teherán de violar la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), y abogan por nuevas sanciones contra Teherán por su programa de misiles.
Irán, por su parte, ha rechazado todas las acusaciones al respecto y ha dicho que "todos los misiles iraníes de corto, medio y largo alcance, incluidos los balísticos probados en las maniobras, son armas convencionales de legítima defensa, y ninguno de ellos se ha diseñado para portar cabezas nucleares".
En la resolución 2231, que marca el levantamiento de las sanciones antiraníes, se pide a Irán que no realice actividades relacionadas con misiles balísticos ‘diseñados para portar ojivas nucleares’, incluidos misiles cuenten con similar tecnología.
El jueves, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, sugirió que Washington estaba abierto a un "nuevo acuerdo" con Teherán para resolver las controversias por medios pacíficos, como las recientes pruebas de misiles balísticos de Irán.
Zarif, por su parte, ha arremetido contra el Gobierno estadounidense por vender grandes cantidades de armas y municiones a Arabia Saudí y el régimen de Israel, sabiendo que sus clientes las utilizan para masacrar a la gente civil en Yemen y Palestina, respectivamente.
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