“Los recientes avances en el programa de ensayos de misiles balísticos de Corea del Norte parecen dirigirse al desarrollo de capacidades para degradar o neutralizar la efectividad de las defensas antimisiles desplegadas en la región”, sugiere un informe del Servicio de Investigación del Congreso (CRS, por sus siglas en inglés) de EE.UU., recogido este jueves por la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
El reporte señala que los esfuerzos de Corea del Norte para desarrollar armas avanzadas pueden ser más que una simple declaración con intencionalidad política.
En el documento, publicado el 16 de abril, se subraya que Pyongyang estaría centrándose en potenciar los misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM, por sus siglas en inglés) para eludir las defensas antimisiles de Estados Unidos desplegadas en la península de Corea.
En el desarrollo de misiles balísticos, la Armada norcoreana estaría tratando de reforzar su capacidad para repeler los posibles cohetes disparados desde tierra por el Sistema Terminal de Defensa Aérea a Gran Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés) de EE.UU.
El informe del CRS salió a la luz luego de que Corea del Norte probara dos misiles balísticos de corto alcance KN-23 a finales del mes de marzo. En este sentido, los expertos alertaron que “el KN-23 puede alcanzar cualquier lugar de la península de Corea con una carga útil convencional o nuclear y, debido a que cuenta con un propulsor sólido, es un objetivo difícil de interceptar en el aire”.
Para algunos analistas, los recientes lanzamientos de misiles KN-23 disparados por parte de Pyongyang, que se sumaron a otros dos misiles tácticos guiados y a otros dos misiles de crucero que previamente fueron disparados hacia el mar Amarillo, región situada en el norte del mar de la China Oriental, es una clara muestra de rechazo de Corea del Norte a la realización, a mediados de marzo, de ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur.
En reiteradas ocasiones, Pyongyang ha mostrado su total rechazo a las “provocaciones” de Washington y Seúl, entre ellas sus maniobras conjuntas, puesto que las considera como un preludio a una invasión terrestre, ante los cuales se reserva el derecho de fortalecer su poderío defensivo.
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