Esta bomba podría ser implementada en misiles balísticos intercontinentales. Las reacciones contra el ensayo nuclear de Corea del Norte no tardaron en llegar. Corea del Sur, Japón, Francia y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), condenaron la acción de Pyongyang. Japón abogó por más restricciones contra Corea del Norte sobre la importación de productos petroleros.
Seúl pidió fuertes castigos contra Pyongyang, entre ellos, nuevas sanciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Corea del Sur también estudia el despliegue de más equipamientos militares estadounidenses dentro de su territorio.
En reiteradas ocasiones, Corea del Norte ha criticado las maniobras militares de EE.UU. y sus aliados en la península, así como el despliegue del sistema THAAD en el suelo surcoreano. Pyongyang sostiene que sus lanzamientos de misiles y pruebas nucleares tienen carácter disuasivo ante la amenaza de EE.UU. y sus aliados en la región.
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