El relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre derechos de reunión pacífica y asociación, Maina Kiai, resaltó que los agentes de seguridad surcoreanos utilizan métodos de contención de manifestaciones que "incrementan la tensión" y pueden degenerar en más violencia.
Noto una tendencia gradual de regresión en los derechos y libertades de reunión pacífica y asociación en Corea del Sur, advierte el relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre derechos de reunión pacífica y asociación, Maina Kiai.
"La agresión sólo conduce a la agresión", afirmó Kiai, en su documento que resume sus observaciones sobre su primera visita de una semana a Corea del Sur, en el que apunta el uso de cañones de agua y barricadas de vehículos por parte de la policía.
Menciona, a continuación, el caso de un manifestante de 69 años que se encuentra en coma después de resultar gravemente herido por el uso de cañones de agua en las protestas del pasado 14 de noviembre.

Uno de los problemas fundamentales es que las congregaciones son consideradas ilegales (por la normativa surcoreana) a menos que los organizadores las notifiquen a las autoridades con antelación", advierte Kiai.
Cabe mencionar que el centro de Seúl fue escenario de dos multitudinarias protestas —mediados de noviembre y principios de diciembre— contra las reformas laborales y educativas del Gobierno, encabezado por Park Geun-hye, y en rechazo de medidas, que a juicio de los participantes en las marchas, restringen las libertades fundamentales. La primera de estas protestas, la mayor celebrada en Corea del Sur desde 2008 con una participación de unas 130.000 personas, derivó en serios choques entre manifestantes y la policía, que se saldaron con 50 detenidos y 30 heridos.
"El hecho de que algunos manifestantes tengan un comportamiento violento no hace que toda una congregación tenga carácter violento, según el derecho internacional", apostilla el enviado de Naciones Unidas.
"Uno de los problemas fundamentales es que las congregaciones son consideradas ilegales (por la normativa surcoreana) a menos que los organizadores las notifiquen a las autoridades con antelación", advierte Kiai.
El experto de la ONU, en sus conclusiones, alerta que el Gobierno surcoreano no debería usar las molestias al público o el tema de Corea del Norte como excusas para restringir los derechos de los ciudadanos.
"Noto una tendencia gradual de regresión en los derechos y libertades de reunión pacífica y asociación" en Corea del Sur donde, agrega, incluso las cortes judiciales "han tomado decisiones recientes que restringen los derechos, más que expandirlos", señaló.
Está previsto que Kiai presente el próximo junio una versión final de su informe en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
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