“Los bombardeos deben ser suspendidos, vamos a evaluar el momento específico en el que como una directriz específica se pueda disponer, pero hacia allá es a donde debemos tender”, ha afirmado este jueves Iván Velásquez en una rueda de prensa.
El titular de Defensa ha llamado a “privilegiar siempre la vida sobre la muerte” y, en el caso específico, ha señalado que no deben continuar las operaciones que pongan en peligro la vida de menores de reclutamiento forzado.
Por tanto, ha proseguido, toda acción militar que se desarrolle respecto a miembros de organizaciones armadas ilegales no pueden poner en peligro la vida de la población civil o los menores reclutados a la fuerza, que son “víctimas de la violencia”, que ha vivido Colombia por décadas.
Más de 29 menores de edad, la mayoría entre 15 y 17 años y algunos entre 10 y 13 años, perdieron la vida en bombardeos de fuerzas colombianas contra campamentos de disidencias de las FARC, del Clan del Golfo y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) durante el gobierno del expresidente Iván Duque, según un informe del senador izquierdista Iván Cepeda, entregado este año al Instituto de Medicina Legal. El bombardeo más controvertido ocurrió en 2019 con un saldo de ocho menores muertos.
La paz total “no significa debilidad”
El ministro de Defensa también ha explicado que la propuesta del presidente de Colombia, Gustavo Petro, en el poder desde principios de este mes, sobre la búsqueda de la paz total con los grupos armados que todavía operan en el país “no significa debilidad”.
La paz total no es una rendición del Gobierno ni de las fuerzas militares, sino un proceso de construcción colectiva en la que tienen un papel fundamental todos los actores del conflicto, ha aseverado Velásquez.
Asimismo, ha planteado que “los actores de las organizaciones ilegales [...] tienen que hacer manifestación y acción concreta de voluntad, de negociación y acogimiento, dependiendo de la naturaleza de las negociaciones”.
Desde su llegada a la Casa de Nariño, Petro busca la reconversión de la estrategia militar seguida durante la Presidencia de Duque. El nuevo mandatario colombiano insiste en impulsar una “paz total” e incluso ha suspendido las órdenes de captura sobre los negociadores del ELN en búsqueda del diálogo.
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