Apóstoles de la Libertad, así nombró el Gobierno de Nicaragua a través de la Asamblea Nacional a 23 guerrilleros que emprendieron el 22 de agosto de 1978 la Toma del Palacio Nacional, una operación denominada “Muerte al Somocismo”, que puso de rehenes a diputados y políticos de la dictadura de Somoza.
La Toma del Palacio consiguió la liberación de 50 presos políticos del FSLN, la difusión de comunicados de la guerrilla sandinista, el pago de medio millón de dólares y la garantía de salida del país para el comando Rigoberto López Pérez, que ejecutó la gesta.
En esta sesión especial de la Asamblea celebrada en el ahora Palacio de la Cultura, se resaltó la importancia de la unidad del Frente Sandinista y el pueblo nicaragüense para la defensa de la segunda etapa de la revolución, soberanía nacional y la lucha contra la pobreza.
dgh/hnb