La imagen, también, permite ver las vecinas galaxias conocidas como Nubes de Magallanes, y muestra la silueta de la Vía Láctea de perfil, de forma que las regiones más brillantes de la instantánea indican una mayor concentración de estrellas, según informaron el lunes los medios de comunicación.
Las regiones más oscuras corresponden a densas nubes interestelares de gas y polvo que absorben la luz de las estrellas al interponerse en la línea de visión, asegura la ESA.
"Las regiones más oscuras corresponden a densas nubes interestelares de gas y polvo que absorben la luz de las estrellas al interponerse en la línea de visión", ha añadido la ESA en un comunicado.
Es lo que se conoce como "plano galáctico", es decir, la "proyección en el cielo del disco galáctico, una estructura aplanada de unos 100.000 años luz de diámetro y un grosor de solo 1000 años luz".
La Agencia Espacial Europea añade que, más allá del plano, sólo unos pocos objetos son visibles, sobre todo las Nubes de Magallanes Grande y Pequeña, dos galaxias enanas que orbitan alrededor de la Vía Láctea, que se destacan en la parte inferior derecha de la imagen.
Unos pocos cúmulos globulares, grandes formaciones de millones de estrellas unidas por su gravedad mutua, también, aparecen salpicando alrededor del Plano Galáctico. Los cúmulos globulares, la población más antigua de estrellas en la galaxia, se asientan sobre todo en un halo esférico que se extiende hasta 100.000 años luz del centro de la Vía Láctea.
El cúmulo globular NGC 104 es fácilmente visible en la imagen, a la izquierda inmediata de la Pequeña Nube de Magallanes. Otros cúmulos globulares se destacan en una versión anotada de esta imagen.
Curiosamente, la mayoría de las estrellas brillantes que son visibles a simple vista y que forman las constelaciones familiares del cielo no se contabilizan en esta imagen porque son demasiado brillantes como para ser utilizadas por el sistema de control de Gaia. Del mismo modo, la galaxia de Andrómeda, el mayor vecino galáctico de la Vía Láctea, tampoco se destaca aquí.

Gaia lleva una cámara de mil millones de píxeles, pero no cumple una misión destinada a la formación de imágenes del cielo: está haciendo el mapa 3D más grande y preciso de nuestra galaxia, proporcionando una herramienta fundamental para el estudio de la formación y evolución de la Vía Láctea.
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