El ciberespacio, con su naturaleza abstracta e invisible, es el nuevo frente de guerra del siglo XXI. Aunque, tal y como le dijo el lunes a BBC Mundo Rob Pritchard, experto en ciberseguridad con más de 15 años de experiencia en la materia, es mucho mejor hablar de "capacidades cibernéticas, un concepto mucho más amplio y que abarca más cosas".
La carrera cibernética no consiste sólo en herramientas, sino también en estrategias para espiar, censurar y ganar fuerza en el ciberespacio.
Karl Greenfield, director de seguridad informática de Capital Networks Solutions -una organización con sede en Cardiff, el Reino Unido-, dice que hay que distinguir dos tipos de capacidades cibernéticas: ofensivas y defensivas.
Ofensivas
"Las ofensivas pueden estar en manos de gobiernos, ejércitos, servicios de seguridad, criminales profesionales, 'script kiddies' [inexpertos que interrumpen sistemas informáticos con programas desarrollados por otros] y hacktivistas [hackers activistas]", le explica Greenfield a BBC Mundo.
Incluyen cibervigilancia y métodos de hackeo para interrumpir o destruir sistemas. Y los gusanos informáticos para replicar malware (programas maliciosos), una de las tendencias actuales que ha regresado tras 10 años de ausencia.
Las ofensivas pueden estar en manos de gobiernos, ejércitos, servicios de seguridad, criminales profesionales, 'script kiddies' [inexpertos que interrumpen sistemas informáticos con programas desarrollados por otros] y hacktivistas [hackers activistas]", explica Karl Greenfield, director de seguridad informática de Capital Networks Solutions.
Defensivas
"Las defensivas difieren según dónde se apliquen; desde el gobierno, las fuerzas militares y los servicios de seguridad, hasta el comercio nacional privado o los propios individuos".
Ejemplos: métodos robustos para prevenir ataques y respuestas flexibles a incidentes, como el despliegue inmediato de cuerpos especiales.
Pero, ¿si tuviéramos que hacer una lista, qué países irían a la cabeza?
Tanto Pritchard como Greenfield ponen a Rusia y a Estados Unidos en el tope, seguidos de China, Israel, Irán y el Reino Unido. Veamos los motivos.
De acuerdo con Greenfield, Washington y Moscú tienen "fuertes capacidades ofensivas desde una perspectiva gubernamental, militar y de seguridad".
Estas incluyen todavía capacidades humanas y ambas naciones "han invertido sumas considerables 'sobre el terreno' en este sector".
Pritchard destaca las capacidades de hackeo que Rusia ha desarrollado en los últimos años y que se pusieron de manifiesto en la polémica por la supuesta intervención en las elecciones estadounidenses en noviembre de 2016.
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