El 29 de junio, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, denunció el “aumento considerable” del poder militar de China, sobre todo en el desarrollo de armas nucleares.
Hablando en la cumbre de la OTAN, en la capital de España, Madrid, Stoltenberg dijo que China, con esta estrategia, “intimida a sus vecinos y amenaza a Taiwán”.
En reacción, Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado de China, ha criticado enérgicamente este viernes los comentarios de los líderes de la OTAN sobre Taiwán y ha enfatizado que la isla es parte integrante de China, y “los compatriotas taiwaneses son nuestros hermanos de sangre”.
“El objetivo de estas declaraciones absurdas sobre una presunta intimidación a Taiwán por parte de China, es inmiscuirse en política interna china”, ha afirmado al respecto.
Tras condenar cualquier tipo de injerencia externa en los asuntos internos del gigantesco asiático, Zhu ha recalcado que Pekín castigará severamente todos los movimientos separatistas por la independencia de Taiwán.
En este sentido, ha pedido a las organizaciones e individuos relevantes a corregir los errores, defender firmemente el principio de una sola China y la norma básica de las relaciones internacionales.
Pekín considera a Taiwán parte integrante de su territorio, bajo la política de “una sola China”, por lo que rechaza cualquier intento que ponga en cuestión este principio y se opone a que mantenga lazos diplomáticos formales propios con un Estado soberano.
Además, rechaza abiertamente los intentos de EE.UU., que encabeza la OTAN, por fortalecer el apoyo militar a las fuerzas taiwanesas, advirtiendo que “tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar su seguridad y su integridad territorial”.
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