Al conmemorarse 50 años del golpe de Estado en Chile se conocen detalles de los robos de bebés perpetrados por el régimen cívico-militar derechista, en los que participaron países europeos, destino para miles de niños chilenos, secuestrados y vendidos.
Un crimen que ha sido bien invisibilizado en Chile y que tiene que ver con una sistemática violación a los Derechos Humanos, pero, sobre todo, de mujeres, jóvenes, y mapuche campesinas en la región.
Ninfa Ovalle Ovalle sufrió el robo de su bebé, a manos de la dictadura militar. En el hospital de la ciudad de Temuco le dieron una dudosa y contradictoria versión sobre la supuesta muerte de su hijo, de apenas ocho días de nacido. Sin embargo, jamás le entregaron el cuerpo del pequeño. Pasan los años y no hay rastro de muchos de los niños robados.
A través de la Corte de Apelaciones de Santiago y de su ministro, Jaime Balmaceda, se realizan las indagatorias para esclarecer los hechos.
Según el Poder Judicial chileno, durante la dictadura militar; entre 1973 a 1990, de los 20 mil niños adoptados, al menos, 8 mil de ellos, habrían sido acogidos, ilegalmente, por familias extranjeras.
Manuel Arismendi, Temuco
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