• CELAC repudia asalto a la embajada mexicana en Ecuador
Publicada: domingo, 21 de abril de 2024 16:19

El impasse diplomático derivado del asalto a la embajada mexicana en Quito, capital de Ecuador, causa preocupación y malestar en todo el continente americano.

Desde Brasil el presidente Luiz Inácio Lula da Silva exige una disculpa formal que el gobierno ecuatoriano parece no tener en sus planes.

El presidente Lula no oculta su desazón por un hecho inédito en la historia republicana de América Latina, el pasado 5 de abril el gobierno ecuatoriano invadió la embajada de México en Quito para detener al ex vicepresidente de Rafael Correa, Jorge Glas, quien permanecía en dicha legación bajo condición de asilado.

Medidas de esta naturaleza nunca habían ocurrido ni en los peores momentos de desunión y desentendimiento en los Estados de América Latina y del Caribe, ni en los tiempos de las sombrías dictaduras militares en nuestro continente.

La declaración del mandatario se produjo en el marco de una cumbre extraordinaria de la CELAC, organismo de integración americano del que no participan Estados Unidos ni Canadá.

Lo que aconteció en Quito el día 5 es simplemente inaceptable y no afecta sólo a México, nos irrespeta a todos nosotros, un pedido formal de disculpas por parte de Ecuador es el primer paso en la dirección correcta.

Lejos de cualquier disculpa, durante una entrevista en inglés, el presidente ecuatoriano justificó su decisión de invadir la embajada e invitó a su homólogo mexicano a comer tacos y ceviche.

México tiene una larguísima tradición de asilo político y López Obrador propone un proceso institucional que derive en la expulsión de Ecuador de las Naciones Unidas.

Cuatro días antes del asalto a la embajada de México en Quito, Israel bombardeó el consulado iraní en Damasco, la capital Siria, con un importante saldo de víctimas fatales. Tal vez el gobierno ecuatoriano haya valorado que si tantos crímenes internacionales cometidos por Israel permanecen en la impunidad, esto les habilitaba a cometer los propios.

Andrés Sal.lari, Sao Paulo

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