• El presidente de EE.UU., Barack Obama, recibe en su despacho en la Casa Blanca a su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff, el 30 de junio de 2015.
Publicada: domingo, 5 de julio de 2015 15:35
Actualizada: domingo, 5 de julio de 2015 17:24

El Gobierno brasileño ha restado importancia a la nueva lista de sus funcionarios espiados por EE.UU. e informó el sábado que la crisis por esa vigilancia está “superada”.

El ministro de Información de Brasil, Edinho Silva, salió al paso enviando el sábado un comunicado a los medios locales en el que enfatiza que la lista divulgada esa misma jornada por el portal Wikileaks hace referencia a "episodios antiguos".

El propio Gobierno americano reconoció internacionalmente el error y asumió su compromiso de cambio en esta práctica. Para el Gobierno (brasileño), está superado", dijo ministro de Información de Brasil, Edinho Silva.

"El propio Gobierno americano reconoció internacionalmente el error y asumió su compromiso de cambio en esta práctica. Para el Gobierno (brasileño), está superado", esgrimió.

El ministro de Información de Brasil, Edinho Silva.

 

El sitio digital Wikileaks publicó una lista con el nombre de 29 miembros del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff que fueron espiados durante su primer mandato, iniciado en 2011.

De acuerdo con el fundador de Wikileaks, Julian Assange, esta nueva revelación demuestra que Estados Unidos "tiene un largo camino por recorrer para demostrar que la vigilancia a los gobiernos 'amigos' ha terminado".

La publicación de la lista en Wikileaks se produce solo días después de que Rousseff y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunieran en Washington para acabar con las tensiones por el espionaje de agencias norteamericanas.

Rousseff tenía previsto viajar a Washington en octubre de 2013, pero decidió “postergar” la visita oficial debido a las denuncias de espionaje efectuado por agencias estadounidenses a funcionarios brasileños, a la empresa estatal Petrobras y hasta comunicaciones personales de la propia mandataria, según documentos filtrados por el exanalista de la estadounidense Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden.

Desde entonces, las relaciones se han ido recuperando muy tímidamente, según los analistas por necesidades económicas y políticas de ambos lados: El gigante suramericano pasa por un bache de recesión y el país norteamericano necesita mercados.

Rousseff finalmente dejando atrás todo viajó el 30 de junio a Estados Unidos donde fue recibida por su par, Barack Obama.

“Creo que este viaje a Estados Unidos supone un relanzamiento de nuestra relación bilateral”, dijo Rousseff en una conferencia de prensa después de reunirse con Obama.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró que confía en el mandatario de EE.UU., Barack Obama, y dio por superada la "crisis" provocada en la relación bilateral por las revelaciones sobre el espionaje en Brasil de la NSA. 

 

La mandataria brasileña aseguró que las cosas son hoy “muy diferentes” en la relación que en 2013, “en particular debido al hecho de que Obama y el Gobierno de Estados Unidos nos han indicado en varias ocasiones que ya no se implicarán en actos intrusivos de espionaje a países amigos”.

De hecho, fueron activados diversos acuerdos —paralizados por la crisis de espionaje— y anunciados otros, entre ellos un ambicioso plan para el uso de energías renovables con el que pretende impulsar las negociaciones globales sobre cambio climático.

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