• La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, presenta un discurso en una ceremonia de la ONU para firmar el Acuerdo de París contra el cambio climático.
Publicada: viernes, 22 de abril de 2016 17:36
Actualizada: sábado, 23 de abril de 2016 2:44

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, denuncia “el grave momento” que se vive en su país, y asegura que su pueblo impedirá “cualquier retroceso" democrático.

"No quiero terminar mi discurso sin mencionar el grave momento que vive mi país; quiero decirles que a pesar de eso, Brasil es una gran nación con una sociedad que supo vencer el autoritarismo y construir una democracia pujante", ha dicho Rousseff durante un discurso presentado este viernes en una ceremonia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para firmar el Acuerdo de París contra el cambio climático.

"Su pueblo es un pueblo trabajador y con gran aprecio de las libertades. Sabrá, no tengo dudas, impedir cualquier retroceso”, ha agregado la mandataria brasileña, amenazada por un juicio de destitución impulsado por los partidos opositores en Brasil.

No quiero terminar mi discurso sin mencionar el grave momento que vive mi país, quiero decirles que a pesar de eso, Brasil es una gran nación con una sociedad que supo vencer el autoritarismo y construir una democracia pujante", ha dicho la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff en la ONU.

Rousseff ha agradecido a todos líderes que le han manifestado “solidaridad” ante los intentos golpistas de la oposición en Brasil, intentos que buscan remover la estabilidad política en el país sudamericano. 

En esta misma jornada, el presidente boliviano, Evo Morales, ha expresado durante un encuentro en la ONU su apoyo y solidaridad con su homóloga brasileña y ha respaldado la democracia en Brasil.

La presidenta brasileña corre el riesgo de ser destituida de su cargo, después de que la Cámara de Diputados diera luz verde al inicio de un proceso político planteado por los diputados, de los cuales el 50 por ciento está imputado por la justicia.

Ahora corresponde al Senado brasileño decidir si continúa el proceso que, a juicio de Rousseff, no es sino un golpe de Estado orquestado por su "traidor" y "conspirador" vicepresidente, Michel Temer, y el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, mediante la figura del juicio político.

La mandataria ha sido acusada por la oposición de manipular las cuentas públicas. Sin embargo, ella ha cuestionado la legalidad del juicio político en su contra e insiste en que el impeachment (proceso de destitución) carece de toda base legal.

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