Por su parte, el actual presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapakse, quien obtuvo 46,3 por ciento de los votos, además de reconocer su derrota en estos comicios, ha asegurado que "garantizará un traspaso de poder en calma".
"Mi victoria está a la vista. Hay apoyo para nosotros en todas partes. A partir de mañana vamos a marcar el comienzo de una nueva cultura política", ha declarado Sirisena, una vez conocidos los resultados.
A su vez, el primer ministro de La India, Narendra Modi, tras conocer los resultados de las elecciones esrilanquesas, se ha comunicado con Sirisena para felicitarle por su triunfo en unos comicios "pacíficos y democráticos".
"He hablado con Sirisena y le he felicitado. Felicité a la gente de Sri Lanka por un proceso electoral pacífico y democrático", ha aseverado Modi mediante un comunicado.
Rajapakse ganó los presidenciales de 2005 y 2010, pero ha perdido su popularidad en los últimos años por acusaciones de creciente autoritarismo, corrupción e incapacidad para lograr la reconciliación con la minoría tamil en la posguerra.
Su rival, Sirisena, era un desconocido hasta que decidió salir del gobierno y convertirse en principal candidato de la oposición, que alentada por su postura como símbolo de la lucha anticorrupción empezó una fuerte campaña de apoyo.
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