Tras semanas de tensión, la India atacó con misiles varios blancos en Pakistán. Apuntaron a la Cachemira pakistaní y la provincia de Punyab. Según Nueva Delhi, el blanco fue campamento terrorista, una afirmación que Islamabad desmiente. Denunció que los ataques indios fueron dirigidos específicamente contra civiles.
Poco después de los bombardeos, el ejército indio acusó a las fuerzas rivales de lanzar fuego de artillería. Islamabad aseguró haber derribado cinco aviones de combate indios y un dron. Según Nueva Delhi, también al menos 12 personas murieron y 57 resultaron heridas en la localidad india de Poonch por el fuego de artillería pakistaní. Por su parte, la India dice estar lista para contrarrestar cualquier escalada con Pakistán.
Según las autoridades pakistaníes, los bombardeos de India dañaron gravemente infraestructuras civiles como una represa y una planta hidroeléctrica, además de mezquitas de seis localidades.
Este último intercambio es una peligrosa escalada entre estos dos países nucleares que han librado múltiples guerras y tienen cerca de 100 ojivas nucleares cada uno. Lo que aumentó las preocupaciones a nivel mundial. Varios países, entre ellos Irán, China, Rusia, Estados Unidos, Francia y Reino Unido, reclamaron moderación a ambas partes. Sin embargo, Pakistán califica al ataque de India como un acto de guerra.
Las hostilidades entre estas dos potencias estallaron a raíz de un atentado el 22 de abril en la parte india de Cachemira, que causó 26 muertos. Nueva Delhi responsabiliza de la acción a Islamabad, que lo niega.
dgh/rba