La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, manifestó la preocupación del país ante la situación en la ocupada ciudad de Al-Quds, donde los musulmanes han tenido dificultades para acceder a los lugares santos y la Mezquita Al-Aqsa.
“La situación en esta ciudad con el inicio del mes sagrado de Ramadán es motivo de grave preocupación”, indicó el miércoles Zajárova.
Además, dijo que están “muy preocupados por las informaciones sobre el aumento de las acciones provocativas contra los representantes de la comunidad cristiana” en dicha ciudad.
Respecto a los problemas del estatus de Al-Quds y los lugares sagrados aledaños, agregó, “a partir de hoy, la Federación de Rusia iniciará un trabajo colectivo a fin de crear las condiciones necesarias para la solución política de esta crisis de largo plazo basada en el principio de dos Estados.”
La funcionaria también declaró que, en el marco de un proceso diplomático integral, se debe encontrar una solución a los problemas básicos, incluido el problema del estatus de Al-Quds y los lugares benditos que allí se encuentran.
Rusia urge medidas prácticas para detener el genocidio en Gaza
Zajárova agregó que el mundo está esperando medidas prácticas para poner fin al derramamiento de sangre en la Franja de Gaza, y que será mucho más probable facilitar esto, si Estados Unidos no veta los proyectos de resolución pertinentes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Igualmente, enfatizó que el proceso político debe iniciarse inmediatamente después de que se resuelva la tarea principal de declarar el alto el fuego en el enclave costero, porque la historia del conflicto muestra que, sin llenar los vacíos fundamentales, las partes, después de lograrlo, violan rápidamente todos los acuerdos de alto el fuego.
Israel desató una guerra genocida contra el sitiado enclave costero como represalia por el fracaso sufrido durante la operación Tormenta de Al-Aqsa, ejecutada por HAMAS el 7 de octubre, en respuesta a décadas de crímenes de la entidad sionista contra el pueblo palestino y sus santidades.
Los indiscriminados ataques del régimen israelí contra Gaza han dejado un saldo fatal de al menos 31 300 muertos, de los cuales más del 70 % son niños y mujeres.
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