Este corto intercambio en redes sociales muestra las variables del declive político del régimen sionista ante los ojos de la comunidad global debido, entre otros, a la tan controvertida reforma del poder judicial que busca implementar sí o sí el premier Benjamín Netanyahu y su halcones ultraderechistas.
Raffi Magarik, profesor asistente de la Facultad de Artes y Ciencias Liberales de la Universidad de Illinois en el estado estadounidense de Chicago, ha tuiteado:
La legisladora del Partido Likud Tally Gottlieb: “Si quiero despojar a las familias de los terroristas de los derechos, ¿quién interfiere conmigo?”
—Grupo derechista: “¡La corte suprema!”
Magarik comenta: El ataque a la corte suprema [de Israel] surge de un profundo y explícito racismo antipalestino. Debe ser derrotado.
Este mensaje ha recibido una respuesta aclaratoria de la organización pro derechos de los palestinos bajo ocupación israelí, HaMoked, cuya sede está en Palestina ocupada:
Por desgracia, No es la Sra. Glottlieb, es la corte suprema [de Israel] la que no impide la demolición de las casas de las familias [palestinas] como una forma de castigo colectivo. Además, la corte suprema, de hecho, autorizó a la Knesset [parlamento israelí] a rechazar las reclamaciones de los palestinos. Es importante corregir las mentiras y tergiversaciones descaradas.
Los cambios judiciales le darían al gabinete más extremista desde la creación de Israel, el control total sobre el comité que nombra a los jueces y, por ende, despojaría a la corte suprema de poderes cruciales para anular legislaciones que considere efectivamente inconstitucionales.
Altos funcionarios, entre ellos fiscales y magistrados, de Israel afirman en una carta divulgada a principios de enero que la medida terminará “destruyendo el sistema judicial”, distorsionando el sistema de selección de jueces, vetando su autoridad y poniendo en peligro la separación de los poderes.
Además, indican que la reforma va a transformar la corte suprema de “institución independiente” en “organismo político”, es decir, se cierne el riesgo de que surjan sospechas del uso de la ley en favor del gabinete de Netanyahu.
¿Quién gana con esta reforma verdaderamente?
Hay quienes señalan que Netanyahu está buscando una vía para sortear los pendientes que tiene con la justicia israelí por sus varios casos de corrupción en los que está implicado.
Otros afirman que las reformas frenarán el poder excesivo que tienen los jueces del régimen.
No obstante, expertos recalcan que el premier ultraderechista sabía del alcance negativo que tendría la iniciativa y la usó como moneda de cambio para el establecimiento de la “guardia nacional”, con la ayuda de su mano derecha Itmar Ben Gvir a fin de matar y reprimir brutalmente a los palestinos, incluso hay voces que dicen que será una milicia armada para sofocar también las protestas de israelíes detractores de Netanyahu y su gabinete.
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