Según informaron medios de comunicación israelíes, un tribunal instó el miércoles al enviado diplomático especial de Netanyahu, Isaac Molcho, a renunciar a sus cargos, después de que se revelara que estuvo implicado en el caso de corrupción de la compra de tres submarinos nucleares modelo Delfín a Alemania.
Este escándalo se desató cuando revelaciones demostraron que el abogado personal del primer ministro israelí, David Shimron (de quien fue socio Molcho), también fungía como representante fiscal del fabricante alemán de barcos ThyssenKrupp Marine Systems en Tel Aviv. Shimron, quien fue interrogado en más de una ocasión al respecto, reclamaba su propia comisión del contrato millonario.
En su carta de dimisión a Netanyahu, Molcho agradeció al premier el haberle permitido servir al régimen de Tel Aviv. “Solicito respetuosamente que me permita abandonar mi cargo como emisario y asesor diplomático especial del primer ministro”, rezaba la misiva.
El primer ministro de Israel designó a Molcho como enviado especial a su llegada al cargo por primera vez en 1996 y hasta 1999, y volvió a reclamarle al regresar a la jefatura del régimen de Tel Aviv en 2009.
Solicito respetuosamente que me permita abandonar mi cargo como emisario y asesor diplomático especial del primer ministro”, rezaba la misiva de Isaac Molcho, enviado especial del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu.
La polémica compra de los tres submarinos adicionales siempre fue rechazada por los funcionarios israelíes, entre ellos el exministro de asuntos militares Moshe Yaalon, quien chocó con Netanyahu. El propio Yaalon señaló en su día: “esta fue la gota que colmó el vaso con Netanyahu”.
El premier israelí, que junto a su esposa, Sara, es investigado por otros casos de corrupción, ha defendido el contrato diciendo que los nuevos sumergibles pueden “garantizar la existencia de Israel en el futuro, durante decenios”.
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