En una conversación telefónica la tarde de este sábado, el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, ha acogido el discurso antiiraní de Trump, donde el inquilino de la Casa Blanca acusó a Irán de “apoyo al terrorismo”.
En su discurso, Trump además anunció que no certifica el acuerdo nuclear sellado en junio de 2015 por Teherán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), y acusó a la República Islámica de “violar el espíritu” tal pacto, más conocido como el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés).
El monarca saudí, del mismo modo, ha elogiado el papel de la Administración de Trump en reconocer la magnitud de las amenazas “como la de Irán”. Además ha enfatizado la necesidad de tomar posiciones firmes contra el terrorismo.
Riad se muestra preocupado por el terrorismo en un tiempo en que se le conoce por patrocinar este flagelo en la región del Oriente Medio, según varios reportes que confirman el respaldo financiero y armamentístico de Arabia Saudí a los terroristas.
El presidente estadounidense, por su parte, ha agradecido el apoyo del rey Salman y ha hecho hincapié en la “agudeza de Estados Unidos para trabajar con sus aliados para lograr la seguridad y la paz en el mundo”.
Arabia Saudí junto al régimen de Israel, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahréin fueron los primeros en felicitar a Trump, pocas horas después de su discurso, en que además anunció una oleada de sanciones contra el Cuerpo de Guardianes de la República Islámica (CGRI).
Tales declaraciones de Trump han generado un aluvión de rechazos y críticas en Irán. El presidente persa, Hasan Rohani, fue el primero en reaccionar, quien tachó el discurso del magnate republicano de un insulto al pueblo persa, mientras ha reiterado que la oposición de EE.UU. al acuerdo nuclear muestra su aislamiento.
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