La resolución, preparada por Rusia y Estados Unidos, se refiere especialmente a millones de dólares que el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) obtiene de la venta de petróleo y de antigüedades robados en Siria e Irak.
El texto, de 28 páginas, exhorta a todos los países a congelar las cuentas bancarias y activos, cortar los fondos y otros recursos económicos de los miembros de ese grupo takfirí, además de prohibirles la entrada en su territorio.
Asimismo insta a todos los Estados a considerar como “un grave delito contra las leyes internacionales” el financiamiento del terrorismo y a intensificar el intercambio de información al respecto.
De acuerdo con el texto, los países de todo el mundo deben también impedir el suministro y la transferencia directa o indirecta de armas destinadas a EIIL.

El grupo takfirí Daesh gana cada mes, según ha revelado este mes el centro de investigación estadounidense IHS Inc., unos 80 millones de dólares, de los que un 43 % procede de la venta de petróleo.
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