De acuerdo con el portal Saudi Leaks, Ekklesia celebró el 2 de noviembre una ceremonia en el que otorgó de forma irónica dos estatuilla al príncipe heredero de Arabia Saudí, Muhamad bin Salman, por cometer crímenes de guerra más atroces contra civiles en Yemen.
En esta ceremonia, Bin Salman fue presentado como el “perturbador de la paz” más prominente en la guerra de Yemen, “el autor de los crímenes más atroces contra los derechos humanos” y “crímenes contra los niños”.
El segundo en la lista fue el primer ministro británico, Boris Johnson, uno de los peores transgresores de la paz del mundo.
Los premios se dedicaban a aquellos que estaban más involucrados en perpetuar la guerra, causar la muerte y el sufrimiento, así como en obstruir los esfuerzos por establecer la paz.
Según el instituto, el objetivo de estos premios irónicos es llamar la atención internacional a los crímenes continuos que ejecutan en la guerra impuesta contra Yemen y obligar a diferentes autores de dichas atrocidades a rendir cuentas.
La guerra de Arabia Saudí contra Yemen comenzó en marzo de 2015 y además de dejar en ruinas gran parte del país más pobre del mundo árabe, provocó miles de muertos y heridos entre la población civil.
El Reino Unido y EE.UU. han sido severamente criticados por prolongar la crisis humanitaria en Yemen al mantener la venta de armas a Riad, que utiliza estos armamentos en sus ataques contra el pueblo yemení.
Un informe del Grupo de Expertos Internacionales y Regionales Eminentes sobre Yemen de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) concluyó a principios del mes de septiembre que Arabia Saudí y sus aliados cometieron “crímenes de guerra” en Yemen y pidió que sean llevados ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya (los Países Bajos).
msm/ftn/hnb