Estados Unidos y el Reino Unido son los principales vendedores de armas a Arabia Saudí, país que ha multiplicado su compra de armamento militar en los últimos tres años.
Además, muchos otros países occidentales como España y Francia han aumentado su venta de armas a Riad, convirtiéndose en su cómplice en la masacre del pueblo yemení.
El hecho ha provocado tanto el rechazo de los ciudadanos de los países vendedores, como la denuncia de ciertos organismos pro derechos humanos.
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