Aunque el Pentágono reconoce que fue “un error”, sin embargo, dice que no castigará a los responsables.
Los sobrevivientes afganos de un ataque registrado el 29 de agosto con aviones no tripulados de EE.UU., contra un automóvil perteneciente a Zemerai Ahmadi, en el que murió él y nueve familiares, incluidos siete niños, están frustrados y entristecidos que las tropas estadounidenses involucradas no serán castigadas. Los hermanos de Ahmadi, quien fue un antiguo empleado de una organización estadounidense, ahora lamentan el incumplimiento de las palabras de EE.UU.
Romal Ahmadi, cuyos tres niños de 2 a 7 años murieron en el ataque, expresó su rabia ante la decisión. Dijo que son días de una confusión de depresión y dolor.
Durante casi tres semanas, los funcionarios estadounidenses siguieron insistiendo en que el ataque fue "justo" y que al menos un colaborador de Daesh había muerto. No fue hasta mediados de septiembre que el general de Infantería de Marina Frank McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, llamó al ataque un “error trágico” y dijo que, de hecho, civiles inocentes murieron. Y ahora lo más doloroso para la familia Ahmadi es que este lunes el Pentágono informó que ninguno de los autores de este mortífero ataque serán castigados.
Estados Unidos invadió Afganistán en 2001, bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo, así como entrenar y equipar a las fuerzas de seguridad locales, no obstante, esto no trajo nada más que destrucción y pobreza para esta nación asiática.
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