Continentes con Alberto López Girondo y Ana Lilia Pérez: López Obrador Pemex y el "huachicol"
Huchicol, así se le llama al combustible robado en México. Una práctica que funciona desde hace muchos años en ese país.
La red del huachicoleo está muy desarrollada y tiene fuertes vínculos con el financiamiento del narcotráfico. Según la actual secretaria de Energía, Rocío Nahle, este negocio se inició durante el gobierno de Vicente Fox con la instalación de tomas clandestinas.
En los sucesivos gobiernos aumentó hasta cuadriplicarse en la presidencia de Enrique Peña Nieto. Se trata de tomas clandestinas a lo largo del recorrido de los ductos de gasolina, desde donde se roban miles de bidones de gasolina.
El narcotráfico lo utiliza para abastecer los camiones para el traslado de estupefacientes. Además de financiarse con la venta ilegal de la gasolina robada.
Asimismo, se han formado pequeños grupos delictivos en cada región que utilizan a la población civil para robar y transportar el combustible robado. Combatir este delito es uno de los desafíos más importantes que debió encarar el nuevo presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Las medidas que tomó fueron el cierre de las tuberías para impedir el robo por las tomas clandestinas. Asimismo, envió 4000 miembros del Ejército y la Marina para reforzar el control en las instalaciones de Pemex (la petrolera mexicana), así como algunas refinerías, terminales de almacenamiento y estaciones de bombeo.
Estas medidas han traído aparejadas un desabastecimiento de gasolina que ha generado algunos inconvenientes en la población, que sin embargo se ha mostrado entusiasmada y confiada en las medidas del nuevo gobierno, para terminar con este flagelo.
Por otro lado, AMLO aseguró que se encontró dentro de la propia Pemex, una red que trabajaba directamente en el robo y distribución de gasolina clandestinamente.
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